viernes, 11 de noviembre de 2011

Ustad Ahmed Jan "Thirakwa"



El siguiente es un maravilloso artículo que encontré hace unos 10 años. Finalmente está aquí traducido para que todos conozcan a uno de los más grandes solistas de tabla de siglo XX. Hablaba con uno de mis maestros acerca de la importancia de digitalizar todo este material para que esté disponible para todos, par que las nuevas generaciones puedan conocer acerca de quienes nos precedieron en el camino de la música de la India. Este maestro mío es Nitin Pore, discípulo de Lalji Gokhale, quien fue a su vez uno de los mas importantes discípulos del maestro Thirakwa. Aquí está el artículo y espero que lo disfruten. Hasta pronto,
                                                                               R. Das


Ustad Ahmedjan Thirakwa (1878 – 1976)
por Sushila Misra, (extraído de "Great Masters of Hindusthani Music")

Luego del regocijo, de grandes multitudes  y mucha iluminación de los dos días previos, la ciudad de Lucknow estaba observando Ashra, el décimo día de Moharram (una festividad musulmana, el inicio del primer mes del año musulmán, N.del T.). Alrededor de las 10 de la mañana la triste noticia del súbito fallecimiento de Thirakwa Khan Saheb se había esparcido entre los amantes de la música de Lucknow. Mientras las tazias (procesiones) estaban siendo llevados a cabo por los penitentes ejecutando maatam (autoflagelación), una corriente de dolientes del mundo de la música fueron a rendir un último homenaje al ustad (maestro) que había reinado supremo como el “mago del tabla” en el país por las últimas 7 u 8 décadas. Una vez residente permanente de Lucknow, había emigrado unos años antes a Bombay donde no solamente era la inspiración detrás de la Escuela de Música de Nikhil Ghosh, sino que también era profesor visitante en el Centro Nacional de Artes Escénicas. El 8 de enero había arribado a Lucknow para encontrarse con su destino y para cumplir su promesa “main hamesha hamesha laknau me rahunga…”. (“Siempre, siempre voy a vivir en Lucknow”, N. del T.)
En la mañana del 13 de enero de 1976 iba en un rickshaw camino a la estación de trenes de Charbagh para tomar el (tren) Bombay Mail, cuando se cayó del rickshaw y murió. La muerte de ustad Thirakwa marca el fin de una era cortesana en la música, y en su muerte hemos perdido la personalidad más colorida y antigua entre los maestros de tabla de la actualidad. A pesar de que había pasado los mejores años de su vida entre la pompa y el esplendor de las cortes reales donde el arte y su apreciación sensitiva fueron tomadas muy en cuenta, el ustad con gran dignidad salió de la cómoda vida cortesana hacia el ritmo alocado de la era moderna donde la música darbari (cortesana) terminó. De hecho, él era un vínculo vital entre las dos eras de la música.
Nacido hacía 98 años en una familia de músicos de la ciudad de Moradabad, Ahmad Jan empezó con lecciones de música vocal desde su misma niñez bajo la guía de ustad Mithu Khan. Su padre, Hussain Baksh, era un saranguiya bien conocido de quien Ahmad Jan tomó lecciones por un tiempo. Pero como éste último me dijo una vez: “a pesar de todos estos factores, yo no me atraje al arte hasta que escuché a ustad Munir Khan, el gran maestro del tabla de Mirut. Repentinamente me di cuenta que mi atención residía en el tabla. Tomé mis primeras lecciones de este instrumento con mis tíos Sher Khan, Faiyaz Khan y Basva Khan. De todos modos, mi guru ideal era ustad Munir Khan, y puse mi corazón en mi riyaz (práctica devota), sólo después de que me volví su discípulo a la edad de 12 años. Mi ustad no era sólo un gran tabliya, sino un guru generoso. Solía hacerme practicar por 16 horas diarias, con media hora de descanso de vez en cuando para mis comidas, etc., y apenas 6 horas de sueño. Tenía que hacer ejercicio regular, y comer mucha comida suculenta, esencial para semejante rutina de riyaz”. Ahmad Jan era cuidado por su hermano Miyan Jan Khan, quien no sólo le dio todas las facilidades para dedicarse plenamente al arte, sino que también le proveía una rica dieta nutritiva y mucha leche. Quizá esta fue una de las razones del porqué de la gran resistencia y aguante para tocar, que se mantuvo intacto hasta el último año de su vida. De todos modos, el talento y la práctica devota del joven Ahmad Jan complacieron tanto a Munir Khan que lo convirtieron en un corto tiempo en el shahgird (discípulo oficial) favorito del maestro. Kale Khan, el padre del ustad, observaba el extraordinario progreso del joven estudiante de su hijo, y un día dijo con admiración “laya men thirakte hain” (sus dedos bailan con el ritmo). Así se añadió el epíteto “Thirakku” a su nombre, y cuando Ahmed Jan se hizo famoso a través del país, fue como “Thirakwa”, el mago del tabla con dedos danzarines. Aparte de Thirakwa, otros reputados tabliyas de la gharana (escuela) de Munir Khan han sido ustad Amir Hussain (sobrino de Munir Khan), Ghulam Hussain, Shamshuddin Khan, Pandarinath Nageshkar, Sripad Nageshkar, Nikhil Ghosh, Ghulam Rasul, entre otros.

Thirakwa Saheb (izq.) con su condiscípulo Amir Hussain, sobrino de su maestro.

Thirakwa solía recordar con un tinte de júbilo su exitoso debut a la edad de 16 años en Khetbadi, Bombay. La estruendosa ovación que recibió de la audiencia en esa ocasión nunca cesó de retumbar en sus oídos. Obtuvo gran popularidad como miembro de la Compañía Teatral Bal Gandharva. Pronto, invitaciones de los festivales de música empezaron a llover y Thirakwa se convirtió en uno de los artistas más ocupados del norte del país. En 1936 fue designado músico de la corte de Rampur, un puesto que conservó durante los siguientes 30 años, durante los cuales escuchó y acompañó a los grandes músicos de su época. No era de sorprenderse que tuviera un acervo de interminables historias acerca de los rajas, nawabs y músicos de la corte, que solía narrarnos en su inimitable estilo. Una de esas historias fue acerca de Nawab Kalbe Ali Khan (de Rampur), un consumado músico y gran mecenas de la música, cuya reverencia por su guru Bahadur Khan, el gran experto del surshringar, causó tal recelo entre los cortesanos y parientes del Nawab Saheb, que un buen día decidió darles una lección. Sentó a su guru afuera del salón de la corte e invitó a todos los cortesanos y príncipes a reunirse en la corte a las 10 de la mañana en punto. Pero era tan fascinante el recital de surshringar de Bahadur Khan, que todos los invitados quedaron embelesados, y se olvidaron de ir a la cita. Acerca de su mecenas, Thirakwa solía decir: “Me llevaba muy bien con mi mecenas. El Nawab Saheb fue siempre muy generoso conmigo, y yo lo servía lealmente”. Con tal consideración y deferencia, este gran ustad acompañaba al Nawab Saheb cuando éste tocaba sus castañuelas o sus ghunghurus (tobilleras) para entrener a sus amigos!.
            Cuando los músicos de la corte se desbandaron con el nuevo gobierno (con la abolición de la monarquía y el establecimiento de la República, en 1948, N. del T.), Thirakwa emigró a Lucknow, donde  fue designado profesor en jefe de la Facultad de Tabla en la Universidad Bhatkhande de Música. Aún después de jubilado, estuvo cercanamente asociado con esta institución como profesor emérito. Durante sus años en Rampur así como en sus años en la Universidad, fue el artista más popular en salir al aire con frecuencia desde la Radio Nacional India (RNI) de Lucknow. Y de hecho, era requerido constantemente en los encuentros de música, conciertos en vivo en la Radio Nacional India, Sanguit Sammelans y mehfils a lo largo y ancho del país. Su popularidad, de hecho, nunca menguó, ya que mantuvo su riguroso riyaz y su nivel hasta el final. Su última presentación inolvidable fue en la Radio Sanguit Sammelan, en 1974, donde una vez más probó que, aunque ya era nonagenario, su devoción y maestría en el tabla permaneció intacta como siempre. Aunque su voz, en una conversación normal, se había vuelto temblorosa, era asombroso que mientras recitaba los complicados bols de tabla y parans, su voz parecía haber recuperado su firmeza y fuerza. Numerosos discípulos suyos dispersos por todo el norte (de la India) han conseguido gran renombre, tales como Lalji Gokhale (RNI Bombay), Prem Vallabh y Ghulam Ahmad (RNI Delhi), Chhote Gokhale (RNI Puna), Nikhil Ghosh (Bombay), Ahmad Ali, Ram Kumar Sharma (de Lucknow) entre otros.

Thirakwa Saheb (sentado, extrema derecha) entre algunos músicos entre los que se cuentan Amir Hussain (a la izquierda de Thirakwa) y Nikhil Ghosh (segundo desde la izquierda, de pie)
            A pesar de ser Thirakwa esencialmente un solista, han habido escasamente pocos instrumentistas en las últimas 5 o 6 décadas a los que él no haya acompañado en el curso de su larga y distinguida carrera que abarcó  varias generaciones. Entre los inolvidables maestro que acompañó en el tabla están los ustads Allahbande Khan, Rajab Ali Khan, Alladiya Khan, Wahid Khan, Allauddin Khan. Bhaskarbuwa Bakhle, Faiyaz Khan, Mushtaq Hussain, Hafiz Ali, Ali Akbar, Bismillah Khan, Begum Akhtar, R. Daggar, entre otros. Una se me ocurrió preguntarle a Thirakwa Sahib con qué vocalista había disfrutado más acompañar. Sin un momento de duda respondió: “Encontré gran júbilo en acompañar a ustad Faiyaz Khan, Vilayat Hussain y Abdulla Khan de la Agra gharana, porque el control que tenían sobre el tala era espléndido. De hecho, su admiración por el Aftab-e-Mausiqui (literalmente, “Sol de la Música” en lengua urdu. N. del T.) era sólo igualado por la admiración de este último por él. Había tal entendimiento mutuo entre ellos que una vez en un concierto donde un tabliya estaba acompañando a ustad Faiyaz Khan, éste en un momento soltó: na huva Thirakwa … (no hay nadie como Thirakwa). Honores como el Padma Bhushan (mayor premio a un civil en la India) vinieron a él naturalmente.

Thirakwa Saheb tocando en la Radio Nacional India. Entre otros artistas se puede ver a la extrema derecha (de espaldas) al sitarista Ravi Shankar.

            Ustad Ahmad Jan Thirakwa tenía un gran caudal de reminiscencias, un buen sentido del humor y la habilidad de imitar a muchos vocalistas. A menudo solía entretenernos con muchos episodios y anécdotas interesantes que habían tenido lugar en coloridos mehfils del pasado. Sin sus demostraciones reales del canto y de los bols del tabla, tales narraciones habrían perdido mucho de su impacto. De todos modos aquí está una de tales historias en sus propias palabras: “Ustedes quizá nunca tuvieron la gran fortuna de escuchar a Rajab Ali Khan de Dewas. Era un maravilloso cantante, famoso por su taiyari (velocidad). Pero tenía el leve hábito de acelerar el pulso de su khyal (estilo de canto clásico) rápido, y dejar al pobre tabliya que acompañaba suspendido en ese increíble tempo durante un largo rato, mientras que él mismo se mantenía cantando en una velocidad confortable y regular. Un día empezó a ocurrir esto conmigo. Entonces pensé en un truco igualmente malicioso. En vez de aguantar el centelleante laya, la verdad es que empecé a acompañar sus tanas (improvisaciones veloces) matemáticamente. De esta forma podía tocar toda la noche, si hubiese querido, sin cansarme. Pero en vez de eso, fue el cantante quien se cansó pronto. En vez de irritarse, Rajab Ali Khan apreció mi ingenuidad, y nos reímos de buena gana de eso”.
            Confiado en que nada podría reducir su estatura artística, Thirakwa nunca se preocupó por proveer de acompañamiento a nuevos artistas de su tiempo. Si los organizadores dudaban de programar el nombre de semejante artista veterano con un artista joven, él se reía y les decía: “si yo no me molesto, ¿porqué deberías preocuparte…?”. Cuando un artista ha alcanzado su nivel, porqué debería preocuparse acerca de semejantes frivolidades en la música.
            Thirakwa era hábil en todos los estilos de tabla tales como Delhi, Purab, Farrukhabad y Ajrada. Pero Delhi y Farrukhabad eran sus favoritos. Sus recetas para el éxito para los estudiantes de tabla de la actualidad son “correcto y sincero talim (estudio), largos y continuos años de riyaz, ejercicios físicos regulares y grandes cantidades de alimentos nutritivo”. Él mismo ha probado el valor de estos consejos en su ejemplo personal. Fue siempre popular a lo largo de su carrera no solo por ser una autoridad en su género, sino por su naturaleza dignificada y complaciente. A menudo me preguntaba porqué este gran artista nunca había participado en ninguna delegación cultural que haya viajado al exterior. Una vez se lo pregunté, y me confesó: “Tuve muchas oportunidades, pero todas las veces me negué porque le tengo miedo a volar…”.

            La vieja generación de músicos y amantes de la música menean su cabeza con desesperanza y dicen: “Muchos grandes tabliyas han ido y venido, pero hubo un solo Thirakwa!”. Siempre vamos recordar la personalidad cortés de ustad Ahmed Jan Thirakwa: el “achkan” (sobretodo largo) y su gorra negros, el bigote negro teñido, los ojos delineados con surma,  el bastón con el mango de plata, su educado adaab-arz o meherbani apki (modales acordes con un musulmán devoto o bien modales dignos de alguien educado en la cultura de la India, N.del T.), su comportamiento fino y su maestría en el tabla. El tabla baaj (arte del tabla) ha sido privado para siempre de los dedos danzantes de Thirakwa, el gran mago del tabla.

Traducción: R. Das.


Para ver más sobre Ahmed Jan Thirakwa: http://www.youtube.com/watch?v=mkgvfD0Cfms





2 comentarios:

  1. Muy muy bueno!
    Ahora, me sorprende en gran medida que siendo alguien como Thirakwa, que de solo verlo te pareciera como si fuera un hombre por demas valiente, le de miedo a volar. Se nota que siempre llevo consigo dentro la inocencia de un niño.
    Fuerte abrazo y gracias por compartirlo.

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