sábado, 12 de septiembre de 2009

Swapan por él mismo, última parte




Mando la última parte de la "novela" de la vida de Swapan Chaudhry, contada por él mismo. Les recuerdo que es uno de los maestro de tabla que más toca con G. S. Sachdev, a quien tendremos el mes que viene en Buenos Aires.

También les recuerdo que las entradas para el concierto exclusivo de Sachdev ya están a la venta en www.ticketek.com.ar, hasta pronto !.


SWAPAN CHAUDHRY por él mismo, última parte.

“Llegué a Estados Unidos el 5 de mayo de 1981. Me encaminé derecho a la escuela y comencé a enseñar. Toqué el primer concierto el 9 de mayo”. Swapanji bebe una taza de té que le trajo un estudiante, “al principio fue una experiencia terrible para mí. Sentía dolor por lo de mi madre… fue un período muy difícil en mi vida. Había dejado todo, amigos, familia y mucho de mi vida profesional en la India. Nadie me conocía. Habían pocos músicos indios por allá. Era todo tan diferente… era una cultura totalmente diferente…”. “Khansaheb, por supuesto, me trató como a un hijo. Era tan amoroso conmigo, tan bueno… no hay dudas cerca de eso. Aún hoy, cuando he cumplido 50 años (en 1995), todavía me reta, me demuestra su cariño, todo junto. Me dio tanto cariño en esa época, tratando de que yo me adaptara… hasta me enseñó a cocinar. Yo ni siquiera sabía hacerme un té, no tenía idea de cómo poner agua a hervir”. “Yo vivía solo a dos casas de la escuela” señala hacia el este con su cabeza, “y estaba tan solo… enseñaba cinco días a la semana, lunes, martes, miércoles…” mientras cuenta con sus dedos, “y miraba televisión los fines de semana. A veces los estudiantes venían y me traían té desde la escuela. Pero también estaban ocupados, todos ellos trabajaban. La vida en Estados Unidos es muy dura, no es nada fácil. Me tomó un largo tiempo acostumbrarme.”

Durante la década de los ´80, con una práctica interminable y apelando a las profundas emociones que provocaban este desplazamiento cultural, las ejecuciones de Swapanji se volvieron muestras de asombroso virtuosismo. Simplemente fascinaba a las audiencias norteamericanas. Tocó con muchos distinguidos músicos indios que venían cada vez más seguido al occidente, así como con músicos occidentales bien entrenados en música india. Entonces fue que emprendió una gira por Europa, Asia y otros rincones del mundo.

“Cada concierto es diferente, no sólo el instrumento, sino la persona, la situación. Cada artista con el que uno toca es único. Hay que escuchar atentamente los bols de cada instrumento, los bailarines, las diferentes percusiones… todo es arte en sí mismo”.

También comenzó a enseñar en otras universidades dentro de los Estados Unidos, Canada y en el Ali Akbar College de Basilea, Suiza. Pero no fue hasta que Swapan se casó con Jane Rockwood que su vida en el occidente terminó de establecerse. Jane Rockwod-Chaudhry es también música. El amor por la música es lo que los unió. Casados en 1988, Swapanji y Jane tienen dos hijos, Nilanjan e Ishan. Cuando Nilanjan tuvo cinco años de edad le dijo a su padre: “Empezaste a tocar a los cinco años, me prometiste que cuando yo cumpliera cinco ibas a comenzar a enseñarme…”. “Él quiere una nueva composición en cada clase”, se divierte Swapan, “yo lo enstusiasmo para que practique con su madre. Ella es muy buena. Los dos le dedican un buen tiempo cada día al tabla. Cuando los niños crezcan, ella quiere dedicarse de nuevo a estudiar”.

“¿Ella quiere tocar profesionalmente?”

“No lo creo… ser profesional es una cosa totalmente diferente. Es un compromiso, un compromiso que dura toda la vida”.

Recientemente ha presentado muchas de las antiguas composiciones de tabla de la Lucknow Gharana: “trato siempre de aprender más a través de mi música”, declara, “Analizo mi ejecución. Pienso que si uno se satisface a sí mismo, los oyentes van a sentirse satisfechos. A medida que vas creciendo, ves las cosas desde un punto de vista diferente. Ya no pensás “yo controlo el tabla”. Es como cuando estás haciendo puja o cuando vas a la iglesia, tu actitud es diferente, es una actitud de rendición. Así pensás “estoy bajo el control del tabla. Me rindo porque sé que no tengo nada que mostrarle al tabla. Así se vuelve más y más como una melodía. La satisfacción, la felicidad… yo antes nunca pensé que iba a ser así.”

Swapanji dice que con frecuencia cuando toca entra en un estado de trance. No sabe de antemano qué es lo que va a tocar. O a veces, después de un concierto tampoco es consciente de qué tocó. “A veces no lo sé hasta que escucho las grabaciones…”. Escuchar a Swapan Chaudhry en un concierto es compartir su amor por el tabla, su amor por la percusión, su generosidad. A veces el ritmo se vuelve tan intenso que repentinamente tu corazón se detiene, el aliento aminora, es como estar en el ojo de un huracán, es como escuchar el silencio.

Se puede decir que aquí, viviendo entre nosotros hay una figura legendaria de las que uno lee en la musicología india. Así como Tan Sen, el gran músico del siglo XVI. Él toca el tabla con profunda elegancia y entusiasmo contagioso.-

- Selección de “The Golden Drumming of Swapan Chaudhry”, de Jan Haag, publicado en India Currents Magazine (EEUU) e India Perspectivas, revista distribuída a través de las embajadas indias en el mundo.

Traducción y adaptación: R. Das