lunes, 6 de abril de 2009

Nusrat Fateh Ali Khan

Hola a todos!
Desde septiembre del año pasado empezamos a difundir un boletín electrónico llamado "Samachar". En marzo este boletín no salió por falta de tiempo, ya que estamos organizando la visita de la Dra. Krishna Chakravarty para el mes que viene. No tuvimos mejor idea que lanzar desde abril el boletín en el blog, para que lo vean cuando gusten y manden sus comentarios o pedidos. Si quieren conocer más de algún instrumento, músico o tipo de música no tienen más que hacer un pedido en la sección "comentarios". Este mes, a pedido, va un breve artículo sobre el gran Nusrat Fateh Ali Khan. Que lo disfruten!


NUSRAT FATEH ALI KHAN

Los ancestros de Nusrat dejaron Afganistán en el siglo XII, siguiendo a su líder espiritual Sheik Hazrath, un ascético monje sufi que había ido a India a difundir el mensaje del Islam. Al contrario de los ejércitos árabes, turcos y mongoles que conquistaron la región a través de las armas, trayendo consigo una visión ortodoxa y rigurosa del Islam, estos monjes errantes difundían el mensaje de una fe imbuída con el concepto del sendero sufi del amor divino. Seguir este camino es embarcarse en un viaje espiritual que llama no solamente a la contemplación, sino a la integración de lo divino en cada aspecto de la vida.
Entre los seguidores de Jalal al-Din al-Rumī, fundador de la hermandad Mavlaviyah, uno de los senderos preferidos de iluminación era el samā o concierto espiritual de donde deriva el qavvālī. En estas asambleas espirituales, el oír de manera concentrada puede llevar al corazón experimentado al éxtasis, la experiencia viva de la divinidad (marifat). En las palabras de Rumī: “la música no es más un objetivo, sino un vehículo. La canción no es más un fin, sino un transporte, un sendero a la divinidad”.

No fue sino hasta la década de los ´30 o ´40, en medio del tumulto del sentimiento nacionalista pro-independencia, que los qavvāls (cantantes de qavvālī) comenzaron a tener un perfil más público. Los hermanos Fateh y Mubarak Ali Khan, padre y tío de Nusrat Fateh Ali Khan, fueron figuras líderes en ese momento. Con su grupo tradicional de qavvāls, su reputación se expandió más allá de los sufis de su Panjab nativo. Viajaron incansablemente a o largo y ancho del país exponiendo gradualmente la audiencia tradicional religiosa, contribuyendo a la creación del qavvālī nacional en Paquistán.
Fateh Ali Khan ayudó a construir el camino a un qavvālī artístico más allá de los confines de los santuarios sufis. Su hijo Nusrat fue en gran parte responsable en desarrollar esto hasta nuestros días. Nusrat, el hijo mayor de Fateh Ali Khan, fue desviado de la música y dirigido hacia la medicina para obtener un nivel social más elevado, al contrario del músico que estaba más bien bajo el control de la sociedad. Aún ignoraban la influencia benigna con la que había nacido el pequeño Pervez, como fue llamado originalmente. Cuando aún era un niño, un monje sufi que visitaba la familia, le sugirió al padre cambiar el nombre del pequeño por el de Nusrat, que significa "éxito". Como los ascetas no pueden ser contradecidos, aceptaron.
Más tarde Fateh Ali Khan transmitió en el niño una obsesión irreprimible por la música y aceptó enseñarle este arte. No fue sino hasta los 16 años, reemplazando a uno de los músicos de su padre, que presentó públicamente su fabulosa técnica para asombro de todos. Su padre falleció poco después, y su tío Mubarak tomó a su cargo el entrenamiento musical. Poco después de su muerte, el padre de Nusrat se le apareció en sueños y le pidió que cantara en el templo del gran Mohiuddin Chisti en Ajmer, India. Ningún qavvāl había sido admitido a cantar en este lugar. Cuando Nusrat fue a peregrinar a este sitio sagrado en 1979, fue invitado a cantar en el santuario, un enorme privilegio para un joven qavvāl paquistaní.
En marzo de 1965, durante el festival de música de Jashn-e-Baharan organizado por Radio Paquistán, el productor, sorprendido por el genio de Nusrat, interrumpió los ensayos para solicitar que dejaran a ese joven cantante del coro tomar el rol de voz líder. Su ejecución fue todo un éxito. Poco después, en las celebraciones del casamiento del hijo de Raj Kapoor, estrella del cine indio, Nusrat, en aquel entonces un desconocido cantante de pueblo, fue presentado ante una gran audiencia indiferente. Tan pronto comenzó a cantar, a los pocos compases, el público entusiasmado proclamó a Nusrat como el nuevo “Shahen-shah-e-qavvāl” o el “rey de todos los qavvāls”.
Su voz, intoxicada en su propia incandescencia, podía ser escuchada tanto en algún santuario sufi como en un teatro occidental. La suya era una voz cristalina de pasión incandescente.

Su salud, deteriorada al máximo llegó a un punto límite. Se necesitaba con urgencia un transplante de hígado y riñones. El 11 de agosto de 1997 fue llevado desde Lahore hasta Los Angeles para efectuarle un transplante con gran celeridad. Al hacer escala en Londres, se descompensó gravemente. Nusrat nos fue quitado en los últimos minutos del sábado 16 de agosto de 1997. Mientras estaba internado en el hospital Cromwell sufrió un ataque cardíaco. Se fue antes de transcurrir medio siglo de su vida. Su cuerpo fue llevado de vuelta a Faisalabad, su ciudad natal, donde descansa hasta hoy.

Fue una personalidad multifacética. Era tanto el shah-en-shah-e-qavvāl, la voz inspirada que inducía al trance a los faquires sufis del Panjab y del Sindh, el solista vocal clásico cuya radiante aura cautivó la audiencia del Festival de Avignon durante toda la noche y el orgullo de Paquistán que traía alegría a las calles de Lahore y Faisalabad, su ciudad natal, donde sus canciones aún hoy pueden ser escuchadas en los lugares más humildes, donde es venerado como un semidiós. También fue la estrella de World Music, con presentaciones y conciertos en todo el mundo (incluyendo Brasil en 1994), una leyenda en vida, un vínculo entre oriente y occidente, entre tradición y modernidad, entre lo sagrado y lo profano.

R.Das