domingo, 24 de julio de 2011

Informe del 21 Festival de Invierno y fotos de Curitiba - Antonina

El Programa E-Cultura hizo un buen informe acerca de lo que fue el 21 Festival de Invierno de la UFPR en Curitiba, Estado de Paraná en Brasil. Pueden acceder a ver el video en su totalidad en http://www.video.pr.gov.br/index.php?video=1115#

Aquí algunas de las fotos de nuestro reciente periplo por Antonina y Curitiba:

Callecita de Antonina, en el medio del festival

Iglesia de São Benedito, un par de horas antes del concierto

La iglesia por fuera

El Teatro Municipal (noten la "H" después de la primera T, que ya no se usa más en portugués moderno), data de 1906, recién reinaugurado y restaurado en su totalidad.

Un día después de Antonina fuimos al terreno de Rodrigo, en Campo Largo, a media hora de Curitiba, a ver el atardecer y la salida de la luna. Esa araucaria de la foto marca la entrada del terreno.

A continuación unas fotos del Parque São Lourenço, en plena ciudad de Curitiba

Lago artificial con patos, teros y todo

Rueda de agua restaurada por el municipio

Guada castigándose con un riquísimo jugo de caña al lado del lago... 

Minutos antes de salir al aeropuerto nos hicimos un tiempo para una última clase con Rodrigo...

Guada cargada con el armonio abordando el vuelo... hasta pronto!


sábado, 16 de julio de 2011

Reporte de las actividades en Curitiba y Antonina, Brasil

Estamos disfrutando de una excelente estadía en Curitiba, donde las actividades se sucedieron una tras otra.
Al día siguiente de nuestra llegada presentamos el primer solo de tabla en el super local de Livrarias Curitiba del Shopping Park Barigui, en el área del mismo nombre.


Fue una excelente oportunidad para los que se paseaban por la librería, además de los que venían especialmente para la ocasión. Fue muy bueno encontrarse con viejos amigos, y otros que recién se están acercando al incipiente proyecto de SaRGaM Brasil, a cargo de Rodrigo Fonseca (foto superior).

Rodrigo y amigos

También fue una excelente ocasión para re lanzar el CD `Tin Tal`, que estuvo a la venta en Livrarias Curitiba y seguirá disponible en la Escuela local.






Al día siguiente fuimos a Antonina, distante casi dos horas desde Curitiba, donde estaba en pleno desarrollo el 21 Festival de Invierno de la UFPR (Universidade Federal do Paraná). La ciudad hervía de actividad, y se veía gente del área técnica del festival por todos lados.
Fuimos muy bien recibidos, tomamos una merienda en una antiquísima casona que había sido hotel hace un siglo (toda la ciudad es MUY antigua) y nos dirigimos a la Iglesia de São Benedito, cuyo edificio consta de dos partes: la nave más chica es de 1689 y la mayor de 1730 aproximadamente. Esta iglesia era frecuentada por los esclavos. Nos contó uno de los directores del Festival que un notario de la ciudad, hace como un siglo atrás vio restos humanos enterrados bajo el altar durante unas refacciones, y dejó constancia mediantes unas actas. El tema es que como nadie más que él y los obreros encargados de la refacción vieron las osamentas, muchos pusieron en tela de juicio el descubrimiento. El resto es leyenda local... Se dice que muchos esclavos que tomaron refugio en la iglesia, fueron enterrados en el lugar, privilegio sólo de algunos pocos.

Merienda en el edificio centenario


Entrevista para la TV local, programa ´É Cultura´

El solo de tabla tuvo lleno total, la gente participó mucho, y nadie se movió de su asiento, sólo unas pocas personas entraron y salieron, ya que había mucha oferta de espectáculos en diversos escenarios de la ciudad.








Nos quedamos con una excelente impresión del evento y una muy buena respuesta del público asistente. Volvimos a la noche en el medio de un tránsito de locos, con una neblina que era una pared blanca que no dejaba ver nada ...
Hoy tuvimos un taller de Introducción al Sistema de Tala, que contó con la presencia de algunos estudiantes y amigos. Para ser tanta la cantidad de gente que vive en Curitiba y alrededores, es muy poca la cantidad de gente que está asistiendo tanto a clases como a las actividades que se llevan a cabo. Esperamos poder convocar más en un futuro.
La semana que viene ya estamos retomando las actividades normales en Buenos Aires. Hasta entonces!






domingo, 3 de julio de 2011

Nota acerca de Krishna Chakravarty a su paso por Tucumán

Muchas son aún las repercusiones de la visita de la maestra Krishna Chakravarty por la ciudad de Tucumán. El público tucumano es muy especial y sabe valorar estas manifestaciones artísticas, en total consonancia con la espiritualidad. En mi caso personal, desde 1997 que viajo a Tucumán de vez en cuando, a veces dejando pasar unos años entre medio, y siempre que vuelvo encuentro la misma gente, tan entusiasta, tan abierta, tan agradecida. Esperemos volver pronto para encontrarnos una vez más. Esta nota a continuación fue publicada en la página de Yoga y Plenitud, el Centro que dirige el maestro Anant Singh, viejo amigo nuestro. El texto original está en  http://www.yogayplenitud.com/nota.php?id=106. También es una excelente oportunidad para que conozcan la página y el trabajo excelente que se está haciendo allá. Felicitaciones a nuestros amigos tucumanos, nos vemos pronto por alla!


R. Das


KRISHNA CHAKRAVARTY EN TUCUMÁN

Cuando el silencio se hace sonido

La principal discípula de Ravi Shankar, considerada la mejor sitarista del mundo, brilló con su música en nuestro Centro de Yoga. Más de 130 tucumanos disfrutaron de una experiencia única.


Krishna,junto a Rasikananda Das, brindaron un recital único en nuestro Centro de Yoga, el 12 de junio pasado.
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El silencio y la espiritualidad de la India llegaron con Krishna Chakravarty. No necesitó pronunciar ni una palabra para decir quién es.  Aplaudida por el público sólo caminó sonriente hasta el escenario con su sari de color turquesa y dorado, dejó su cartera, se sentó en su silla, tomó su sitar, afinó algunas cuerdas y comenzó a manifestarse desde su música, la que durante casi dos horas logró atravesar la piel de los más de 130 asistentes al primer concierto que dio en Tucumán, en el Centro de Yoga del maestro Anant Singh.
Comenzó tocando un raga (melodía improvisada) de la noche llamado Hemant.  Cuando sus dedos lograron una velocidad casi única con las cuerdas del instrumento, se sumó Rasikananda Das, el tablista argentino de la Escuela Sargam que la acompaña por su gira en la Argentina.
En uno de los momentos más emotivos, las cuerdas del sitar de Krishna sincronizadas con el vibrante sonido del tabla (un instrumento tradicional de la India que se compone de dos tambores, cada uno de ellos con parches de cuero afinados por tientos) dejaron extasiados a los presentes, que no podían sino cerrar sus ojos y entregarse a la experiencia única de sentir  elevarse su energía hasta el éxtasis. 
Cuando terminó de tocar un Dhun (pieza semiclásica de la India) dejó en el piso su sitar, se levantó, sonrió ante la ovación del público, bajó del escenario y se fue sin decir una palabra. Es que no había nada que decir.
“Esta música fluye por las venas;  todo es sonido, sin partitura;  es expansión y vibración. Lo que habla es el espíritu”, describió el maestro Singh, después del recital, durante una entrevista con la prensa, acompañando a Krishna.
“La Dama del Sitar”, como la llaman en su país, nació en 1958 en la vieja ciudad india de Benarés. Empezó a tocar el sitar cuando tenía apenas siete años por la influencia de su padre y años más tarde fue su marido,  Ram Das Chakravarty , quien se convirtió en su maestro. Recién en 1971 –con el permiso de él, así nos contó ella- se convirtió en discípula del célebre Ravi Shankar.   “Fueron mi padre y mi marido los que siempre me inspiraron a difundir esta música por el mundo”, contó a los periodistas, que tuvieron la oportunidad de conversar con ella en el Centro de Yoga, donde Krishna se sintió como en su casa.
Además de sus ojos sedantes enmarcados de negro, el rostro de Krishna luce en todo momento un punto de color rojo en la frente,  llamado bindi en su India natal. Si bien lo usan en su país las mujeres que están casadas, Krishna lo sigue llevando en memoria de su marido –fallecido hace cinco años-, porque fue quien la alentó a que siga en su carrera de música.  También es el reflejo de la espiritualidad de la India, donde le llaman el “tercer ojo”, el asiento del gurú.
Su entrega a la música se delata en su lentitud para caminar. Es que casi 50 años sentada tocando el sitar con las piernas cruzadas afectaron sus articulaciones. Pero esa disciplina y constancia la llevaron a un reconocimiento internacional. En la actualidad es considerada la mejor sitarista del mundo, y es decana de la Facultad de Música de la Universidad Hindú  de Benarés, la más prestigiosa de la India.
También se hizo conocida porque compartió su maestro Ravi Shankar con el famoso cantante de Los Beatles, George Harrison.
En nuestro Centro, sonreía cada vez que le preguntaban en sus reportajes sobre el músico y aclaraba que lo conoció personalmente en un concierto que dio en Nueva York pero que no fueron discípulos al mismo  tiempo.
Su nombre también transmite la espiritualidad de su país.  Krishna es una palabra en sánscrito (la primera lengua de la humanidad),  que significa “nombre de Dios”.
Su feliz paso por Tucumán
“I very happy”. Respondía Krishna cuando le preguntaban por su experiencia en Tucumán. “Me gustó mucho la ciudad (por San Miguel de Tucumán), más que nada la gente, es muy amorosa; me gustó porque está haciendo un gran trabajo por la inclusión de la música de la India y el yoga “, agregó, sonriente ante las cámaras televisivas.
Desde que llegó a Tucumán, en la mañana del domingo 12 de junio, estuvo acompañada por Silvana Farolfi, alumna de yoga que fue su anfitriona y traductora en todo momento. Después de descansar unas horas, compartió un rico almuerzo vegetariano en el jardín del Centro de Yoga, entre las hojas del bambú, un árbol originario de la India, acompañada del maestro y sus alumnos.
“Tuve la gracia de poder traerla. Fue un esfuerzo muy grande que hicimos para darle una opción cultural a Tucumán”, contó el maestro Singh. Al día siguiente tenía el primer vuelo  para su regreso a Buenos Aires, donde todavía le restan tres conciertos más, pero no pudo escapar al grupo de pasajeros que quedó varado por la suspensión de los vuelos a raíz de las cenizas volcánicas.
Tuvo que partir por la tarde en micro, pero en esas imprevistas horas que estuvo en Tucumán, pudo conoce más la ciudad y disfrutar de la calidad de su gente.  Se fue feliz con deseos de volver.