martes, 10 de noviembre de 2009

Resumen del IX Intensivo con el maestro Sachdev


Las nuevas ediciones del Intensivo de música de la India se ponen cada vez más interesantes... Cada vez más intensas!. Estos días al lado de semejante "monstruo" de la música de la India estuvieron llenos de múltiples experiencias, vivencias, enseñanzas, momentos de compartir y aprender al lado del maestro Sachdev.

A sus 75 años de edad y más de 50 y tantos de carrera, parece que se desvive por dar y dar y dar cada día más. Estaban programadas sólo 2 clases diarias; en total para él iban a ser unas 2 hs y media de clase diaria... sólo que tuvo tantas ganas de enseñar que las 2 clases se convirtieron en 3 y hasta 4 por día, casi 6 horas diarias dando clases, y a veces más.

Fue uno más entre nosotros, compartiendo la fila del almuerzo, levantando los platos de los demás, y siendo el centro de las prolongadas sobremesas, donde sus historias de vida deleitaban a todos los presentes. Y es que Sachdev es nuestra conexión con los maestros del pasado, aquellos de los que sólo oímos hablar en libros, o vimos en videos. Sachdev fue compañero de cuarto de Vilayat Khan, fue quien introdujo al mundo de la música a Hariprasad Chaurasia (!!!), amigo de Pannalal Ghosh... conoció a Ahmedjan Thirakwa y lo vio tocar muchas veces junto a Baba Allauddin Khan... vivió 4 meses con Ravi Shankar cuando éste estaba casado con Annapurna Devi... conoció a su gran amigo Zakir Hussain cuando éste último era un niño aún... en fin, ¡para qué les voy a contar más!. Imaginen con la avidez que los conocedores y estudiantes preguntaban y oían ... ¡no lo podían creer!.

Más que un músico Sachdev es un maestro de la vida, y eso se veía en su día a día. ¿Y cuál es la diferencia entonces entre un alma grande como él y uno que no lo es?. Pues simple: nosotros vivimos para pedir y pedir, y estas grandes personalidades viven para dar y dar. A pesar de su avanzada edad y sus años de viajes por todo el mundo (eso envejece aún más) Sachdev dormía unas 5 horas por día, se levantaba, meditaba, hacía su práctica de pranayama diaria y estaba listo para las clases. Estuvo al alcance de todos y cada uno durante todos estos días. Y no hacía falta saber hablar inglés con él, el lenguaje del corazón bastaba. Su filosofía es que "la música debe ser simple, como la vida, porque la vida y la música deben ser iguales". Fuera del lenguaje rebuscado y de academicismos innecesarios, Sachdev hizo que hasta las piedras afinaran durante este curso. Explicó los aspectos más intrincados de nuestra música con un lenguaje más que sencillo, o a veces (más bien la mayoría de las veces) sin hablar, sólo cantando.

Este domingo último, en la entrega de certificados de estudio, se puso en pie para abrazar y besar a cada uno de los participantes. Esa misma noche, ya de vuelta en la ciudad de Córdoba, nos contó que se sintió muy emocionado y hasta casi se quebró. Respiraba hondo para no emocionarse de más, porque según nos dijo "soy de llanto fácil". Y ya en tono de broma nos dijo "pero me aguanté, me decía a mí mismo: "los hombres no lloran, los hombres no lloran". Supo compartir todos con nosotros, supo reír a nuestro lado y según dijo, quiere volver para vernos a todos de nuevo, el grupo humano fue más que excelente.

Yo les podría describir cómo fueron las clases, qué ragas nuevos aprendimos, que bandish nuevo sabemos... pero no me sale escribir nada por el estilo. Nos llevamos enseñanzas, pero la más grande nos la llevamos en el corazón. Les pido a todos los que estuvieron en el Intensivo que no pierdan este espíritu, que atesoren cada momento vivido estos días, y que no pierdan ese estado de ... ¿beatitud?. No sé, no me sale ningún calificativo. Sea lo que fuere, atesoren ese estado, llévenlo a sus amigos, familia, etc., y sigámonos viendo en las próximas actividades que realicemos. El traer a estos grandes maestros es nuestro aporte a los tiempos bravos que vivimos. Sólo les pedimos que estén ahí, siempre. Dejen su opinión o su experiencia vivida en este fin de semana. ¡Hasta el próximo Intensivo en mayo de 2010!.


(fotos de Juan Manuel Eulogio y R. Das)