domingo, 16 de agosto de 2009

Swapan Chaudhry por él mismo



Hola a todos!. Encontré hace unos años un artículo muy interesante, una entrevista al pandit Swapan Chaudhry, uno de los grandes del tabla de nuestro tiempo. Una personalidad increíble, un maestro único, quizá uno de los maestros de tabla más finos que hay. Es quien más acompaña al maestro Sachdev, a quien tendremos entre nosotros en octubre próximo. Esta entrevista va en cuotas, así que no se pierdan ninguna. Para los estudiantes: lean atentamente, es un ejemplo de vida. Emprender el camino del tabla en India es casi tan duro como acá, pero el que persevera, triunfa. Espero que lo disfruten, hasta pronto!.


SWAPAN CHAUDHRY

De Kolkatta a Mumbai, de Delhi a Chennai, de Estados Unidos a India, de Inglaterra a México, en Francia, Canada, Nepal, Tailandia, Malasia, los Emiratos… dondequiera que la música clásica india demande un solista o un acompañante de tabla, allí estará él. La agenda de Chaudhry es lo que muchos músicos aspirantes querrían, a pesar de ser altamente demandante, a riesgo de la propia salud.

Durante una semana típica, no hace mucho tiempo, pandit Chaudhry dio una docena de clases en el Ali Akbar College of Music los días lunes, martes y miércoles. El jueves voló a Los Angeles para dar clases de 12 a 19 hs. en el Instituto de Artes de California. El viernes dio un concierto en West Virginia. El sábado, dos sesiones de grabación en Nueva York, y a la noche un evento conmemorativo en el Lincoln Center.

“Los conciertos no son difíciles”, dice Chaudhry, “sino el viaje, el constante viaje. Y también probar cosas nuevas, a veces peligrosas…”. Se ríe y añade “el tabla no tiene límites. Y yo no quiero parar”.

En India, hace unos años, dio ocho conciertos en 24 horas. “Todos conciertos grandes. Empecé con Ravi Shankar a las 19 hs. De ahí, al otro lado de Kolkatta, con Nikhil Banerjee, Ustad Amjad Ali Khan, Pandit Jasraj, de ahí un solo, dos presentaciones de danza con Chitresh Das, de ahí Bhimsen Joshi…”.

- “¿Y cómo hizo para atravesar Kolkatta tan rápido?”

- “A la noche no está tan congestionada…”.

- “¿Come entre conciertos?”

- “Antes de un concierto no, sólo tomo un té. No necesitas comida, la energía solamente viene. Cuando uno disfruta de algo se olvida de sí mismo.”

Bajo los auspicios de su mentor, ustad Ali Akbar Khan, recientemente fallecido, Swapan Chaudhry enseña tabla y es director del departamento de percusión del Ali Akbar College of Music, fundado hace más de 40 años en San Rafael, California. Swapan y Ali Akbar dedicaron sus vidas al arte y a la difusión de uno de los sistemas musicales más complejos del mundo.

No hay partituras en la música de la India. No hay ensayos. La música en sí misma es un medio de comunicación, no sólo entre los músicos sino también con el público. El “diálogo” en cada concierto, en parte tradicional y en parte compuesto en el acto, dentro de reglas específicas, es desarrollado bajo la atenta mirada y el oído afinado de un público conocedor. Muchos de éstos conocen los ragas y marcan el tala con la mano, manteniendo el ritmo.

Swapan Chaudhry tiene un origen inusual para un músico. Como bengalí, creció en Kolkatta en el seno de una familia de clase media alta de médicos, una familia (un clan, mejor dicho) de unos 60 miembros: tíos, tías, hermanos, primos, etc. de los cuales 13 eran niños (12 varones, una nena). Todos desaprobaban la música como carrera. En su sociedad la música era una ocupación no apta para el hijo de un respetable médico brahmán.

Dice Chaudhry “era una sociedad cerrada. A pesar de eso mi padre apreciaba la música. Estudiaba flauta , israj y música vocal. Mi madre cantaba. Nací con eso, mi casa estaba llena de música, más que nada del canto de mi madre.”

Cuando tenía cinco años de edad, Swapan comenzó su entrenamiento en tabla con el pandit Santosh Krishna Biswas, un eminente exponente de la Lucknow Gharana, amigo de su padre y banquero de profesión. Para el pandit Biswas, el tabla es una forma de meditación y una disciplina espiritual. Por eso tocaba para su propio regocijo y sólo para sus amigos.

La familia de Swapan vivía en la misma manzana que el gran músico Ali Akbar Khan, figura influyente en la música del norte de la India. Swapan acostumbraba a ir a la casa de Ali Akbar para acompañar en tabla las prácticas de sus hijos Ashish y Dhyanesh Khan, quienes en el futuro iban a ser grandes artistas. Para cuando cumplió 10 años, Swapan fue invitado al Ali Akbar College que recién había abierto en Kolkatta. En este centro de enseñanza –precursor del que iba a ser fundado en EEUU años más tarde- Swapan tocaba simplemente el theka (ritmos básicos sin variaciones) en las clases de música vocal e instrumental. Hora tras hora el joven Swapan tocaba y escuchaba las figuras rítmicas y melódicas, absorbiendo así un gran conocimiento musical.

Para los oídos occidentales, la música de la India puede sonar repetitiva, pero dentro de ésta hay infinitas variantes, como las moléculas de ADN de las que está formado el cuerpo humano. Como el ADN, la música de la India tiene dos elementos: melodía y ritmo. Permutaciones infinitas de estos elementos básicos se suceden hipnóticamente. La línea melódica dentro del raga en muchos puntos deriva en un punto de extrema tensión y parece distar mucho del ritmo, mantenido la mayoría de las veces por el tabla. Pero en un punto se unen y resuelven de manera muy precisa en el sam, el primer pulso del ciclo rítmico.

A través de toda su niñez y ya como un joven, Swapan continuó su práctica en tabla, pero “nunca creí que iba a volverme un profesional. De hecho, cuando crecí me dijeron que no pensara en ello, que sólo me concentrara en aprender y practicar.” Swapan se ríe y cuenta “aún en el día en el que di mis exámenes finales en la universidad, mi padre insistió con que practicara…” Cuando se graduó en la universidad de Jadavpur, sus planes eran inscribirse en la Facultad de Economía en Harvard, Reino Unido... (continuará!)


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