En
1990 escuché por primera vez un cassette de un solo de tabla de Suresh. Quedé impactado por el sonido poderoso y el padhant firme que tenía. "Algún día querría estudiar con él"
pensé en ese momento. Pasaron los años, los lustros, las décadas y las centurias,
y muchos años después, con una sólida carrera profesional a cuestas (¡menos
mal!), mi amigo y condiscípulo Ravi Gaonkar de Ohio, EEUU, me presentó al gran
maestro. Suresh cada vez que pasaba por Ohio se alojaba en lo de Ravi, de ahí
la amistad y la confianza con Ravi, hecho que me dio lugar a que pudiera
estudiar con él. Lo que siguió fue uno de los entrenamientos más duros a los
que me sometí en mi vida.
Si
te queda algo de ego al tocar, Suresh se va a encargar de pisoteártelo hasta que no
quede nada de él. Y una vez pisoteado va a seguir pisoteando y restregando el
piso hasta gastarlo. Para estudiar con él se requiere un nivel profesional como
mínimo, y abandonar totalmente el amor propio tan característico de nuestra
idiosincracia rioplatense. Gritos y reprimendas en tres idiomas (marathi, su
lengua materna, hindi e inglés), chistidos para que te calles, amén de otras
llamadas de atención son comunes en él. Tiene un gran compromiso para enseñar,
una fuerza increíble, es una fuente inagotable de energía y sabiduría. Suresh
Talwalkar es un maestro de los pocos que hay, que no se guarda nada para sí, y
te da todo. Pero te pide todo a cambio: dedicación, seriedad, estudio,
humildad... De su grupo de discípulos están saliendo los grandes de la música,
entre los que se cuentan el famoso Trilok Gurtu, Vijay Ghate, Ramdas Palsule,
Charudatta Phadke, y sus hijos Satyajit y Savani Talwalkar. También enseña a
bateristas entre los que podemos nombrar a Mukul Donghre, Nino Mureskič de
Eslovenia y Bernhardt Schlimperberger de Suiza.
Es
poco el tiempo total que pasé con Suresh Talwalkar, dividido varias ocasiones, en comparación con lo
vivido con mis otros maestros, pero fue Suresh quien terminó de fijar los
conocimientos antes aprendidos. Suresh me prestaba especial atención: Me
llamaba a su cuarto para seguir enseñándome en privado; me llamaba a su casa
para practicar antes de ir al “Taal Yogi Ashram”, su escuela; me corregía
individualmente, incluso me mostró su estilo personal, golpe por golpe. Llamada
por teléfono: “Voy a estar cerca de tu casa, ¿te paso a buscar en mi auto?"
“¿Te gustan las clases?", "¿te estás sintiendo bien aquí?.
"Volvé a estudiar conmigo" me dijo una vez al despedirnos. ¡Ni
hacía falta que me lo dijera!
Espero
que disfruten del artículo. Hasta pronto,
SURESH
TALWALKAR
Para el celebrado tabliya indio pandit Suresh Talwalkar, la música no sólo es una
religión, sino que tiene el poder curativo de sanar heridas emocionales y
enfrentarse a enemigos mentales. O al menos hacernos olvidar de ellos por un
momento.
“Una
vez que comencé a tocar mi instrumento, olvidé todo el dolor y la pena del
mundo, y me perdí en la música. Me he vuelto uno con el instrumento y no puedo
vivir sin él, porque la música me da paz mental.”
“Elegí
el tabla porque crecí escuchándolo a
mi alrededor. Mi padre tocaba este instrumento, por lo que la música ha sido
una parte integral de mi vida, desde mi misma niñez”
Su padre, que tocaba además el pakhavaj, fue quien le dio las primeras
lecciones. Luego, Suresh estudió con maestros como pandit Pandarinath Nageshkar y pandit
Vinayakrao Ghangrekar. Suresh fue a estudiar layashastra (la ciencia del ritmo según las escrituras) de otro guru, llamado Ramnad Ishvaran, considerado
un maestro de mridangam del sur de India.
Este entrenamiento variado capacitó al creciente percusionista para trasponer
la división del subcontinente en términos de música india, convirtiéndolo en
este proceso, en un músico único.
“La
música india” dice, “como cualquier
otra música clásica de otro país, es muy profunda y afecta no sólo a la mente,
sino al cuerpo y al alma. Creo que el significado de la música es abstracto, no
concreto. La belleza y el significado del raga Yaman, por ejemplo, es enormemente invisible y no puede ser mostrado
apuntando un dedo hacia las notas”.
La contribución de Suresh al tesoro musical
de su país ha sido también muy profunda. Aparte de tocar en radio y TV en
India, y haber dado conciertos en EEUU, Europa y varios países de África, ha
sido reconocido como un solista innovador. En Bangkok dio una amplia
demostración de sus proezas como solista.
“Prefiero
hacer solos ahora” dice, “aunque antes
hacía acompañamientos. Pero lo que realmente me gusta hacer es establecer un
nuevo standard para el tabla”.
El jovial músico se explaya y dice que el
sistema de gurukul juega un rol muy
importante en la preparación y refinamiento del talento en bruto, y que por
tras de todos los grandes músicos en el mundo, siempre hay un maestro, un guru.
“La
relación entre maestro y estudiante es parte de un antiguo sistema de educación
que ha existido desde siempre, aún antes de la época del Señor Krishna, lo cual
es mencionado en el antiguo libro filosófico Bhagavad Gita. Esta relación ha
cambiado a lo largo de los años, pero su autenticidad y belleza han permanecido
intactas.”
“El
propósito de esta clase de enseñanza es mantener la cultura tradicional
intacta, así como también desarrollar un fuerte lazo entre el maestro y el
estudiante, viviendo juntos o uno cerca del otro. Esto crea una devoción por la
enseñanza por un lado, y la devoción para aprender, por el otro”.
La formidable reputación de Suresh en India y
su conocimiento enciclopédico la música arquetípica han sido atracciones
magnéticas para jóvenes cantantes, instrumentistas y hasta danzarines clásicos.
En total, 150 discípulos estudian, practican con él, viven y respiran la música
de la India , a
veces por períodos de cuatro años.
Yendo más profundo en la relación guru-discípulo, Suresh dice “la música tiene que venir desde dentro de la
persona y salir en la forma de autorrealización, porque el maestro debe ayudar
al estudiante no sólo a crecer musicalmente, sino a templar su carácter
también. Un estudiante naturalmente va a tratar de hacer las cosas bien para
complacer a su maestro y mejorar en el campo del arte. Los estudiantes
adquirirán conocimiento del maestro y un día serán capaces de pasar ese
conocimiento a alguien más”.
Apuntando a un nuevo giro de cambio en la
música de la India ,
Suresh nota que muchas mujeres están estudiando con él ahora.
“En
tiempos antiguos, las mujeres tenían restricción para danzar y tocar en público.
Pero ahora hay muchas músicas profesionales y otras chicas que están estudiando
conmigo”.
Cuando Suresh estuvo en Bangkok, hasta se
hizo tiempo dentro de su apretada agenda para darle algunas lecciones a uno de
sus estudiantes, residente de aquella capital. El estudiante dijo “mi guru cree que si tuvo una vida previa, debe haber sido músico. Y puesto que
no tuvo lo suficiente en esa oportunidad, es por eso que él está todavía
estudiando en esta vida también. El está seguro que en su próxima vida va a
estar tocando”.
Los músicos clásicos indios son tan dedicados
a su música, que un concierto puede durar toda la noche, hasta el amanecer.
Antes de este concierto, el músico rinde tributo a su guru así como a la
Diosa de la música, Sarasvati. Durante el concierto, Suresh
demuestra su maestría en el laya y el
tala. La música debe ser también una
fuente de juventud para Suresh, porque es difícil de creer que un hombre de 60
y tantos pueda tocar con semejante poder.
Y acaso ¿Suresh está preocupado acerca del
futuro del tabla y la música clásica
india, cuando los jóvenes de ese país están muy interesados en Michael Jackson,
Whitney Houston y Madonna?.. “Mientras
haya música en esta tierra, el tabla
va a sobrevivir”, enfatizó el percusionista por excelencia.
Extractos
del artículo “The Beat of a Guru” por Uma Pandey
Publicado
en el diario “The Nation” – Bangkok, Tailandia.
Traducción y adaptación: R. Das
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